La policía de Houston investiga la muerte de un hombre hispano que perdió la vida durante la noche de Año Nuevo, aparentemente víctima de una bala perdida.
Javier Suárez Rivera, de 43 años de edad, salió el 1 de enero enfrente de su casa junto a su esposa para admirar los fuegos artificiales que celebraban el Año Nuevo, cuando repentinamente se derrumbó, informó el Houston Chronicle.
De acuerdo con el mismo diario, Rivera cayó de espaldas sobre el hormigón y abundante sangre brotaba de una herida en su cabeza. Los miembros de su familia, que apenas unos minutos antes habían compartido abrazos durante la medianoche, escucharon los desgarradores gritos de su esposa y llamaron al número de emergencias del 911.
El Departamento de Policía de Houston dijo a través de un comunicado de prensa, al que tuvo acceso el Houston Press, que los vecinos de Rivera intentaron reanimarlo, pero cuando los paramédicos llegaron al lugar el hombre había muerto.
Las autoridades dicen que es probable que Rivera haya muerto después de que una bala perdida, proveniente de disparos hechos al aire para celebrar el nuevo año en la zona, cayera directamente en su cabeza con resultados fatales.
Ahora, la oficina del médico forense deberá confirmar la causa de muerte y los oficiales han confirmado que una investigación para detener a quien resulte responsable se ha puesto en marcha. La persona que se compruebe fue el autor del disparo puede ser acusada de un delito menor o delito grave y las multas en su contra pueden ser de hasta 10 mil dólares y una pena que va de un año hasta un máximo de 10 años en prisión.
"Es muy peligroso salir a la calle y descargar un arma de fuego al aire. Todo lo que sube tiene que bajar, y por lo general lo hace con mayor fuerza. Esta es una situación trágica", dijo el vocero del Departamento de Policía de Houston, Víctor Senties, según cita The Houston Chronicle.
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