Alrededor de 2,800 presos federales debieron ser trasladados a otras instituciones después de que reclusos tomaron el control de una parte de un centro de detención de inmigrantes en el Condado de Willacy, en el sur de Texas.
De acuerdo con un reporte de The Associated Press, citado por The Business Insider, el portavoz de la Oficina Federal de Prisiones de Estados Unidos, Ed Ross, dijo que los reclusos tomaron el control del Centro Correccional del Condado de Willacy este sábado y las negociaciones continúan en un intento por recuperar el control total del centro de detención.
"La situación aún no se resuelve, a pesar de que nos estamos moviendo hacia una resolución pacífica", explicó el sábado por la noche Erik Vasys, portavoz del FBI, según cita la AP.
Según rescata la BBC, armados con tubos, los presos se amotinaron este viernes y ganaron el control parcial de las instalaciones el sábado por la mañana. Los presos se quejan de que sus necesidades de salud no son cubiertas por el servicio médico, y de que sus peticiones médicas eran continuamente ignoradas por el personal de la prisión.
El mismo medio destacó que los reclusos, "de bajo perfil", que se alojan en el centro de corrección son en su mayoría inmigrantes que entraron de manera ilegal en los Estados Unidos. Todos los 2,800 prisioneros serán transferidos a otras instalaciones esta semana.
El Centro Correccional del Condado de Willacy, que se compone de varios módulos parecidos a grandes tiendas de campaña rodeadas por una cerca de alambre de púas, se encuentra en Raymondville, a unas 40 millas (64 km) de la frontera entre Estados Unidos y México.
La prensa local informó que los reclusos dañaron los sistemas de fontanería y calefacción y refrigeración, dejando la mayor parte prisión inhabitable.
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