By Staff Reporter (staff@latinospost.com) | First Posted: Dec 27, 2014 02:15 AM EST

El cuerpo del sacerdote mexicano, Gregorio López Gorostieta, quien fue secuestrado con lujo de violencia el pasado lunes en el estado de Guerrero, fue encontrado muerto y con signos de tortura en el municipio de Tlapehuala, informaron autoridades mexicanas.

De acuerdo con información compartida por Fox Latino News, Gorosieta López fue encontrado con un tiro en la cabeza en la colonia Benito Juárez, junto al monumento de Lázaro Cárdenas del Río, de acuerdo con la diócesis de Altamirano de la que formaba parte.

El padre Gregorio López, conocido como "Goyo" o "Goyito", fue obligado a bajar de su camioneta y retenido por varios desconocidos el pasado lunes, el último día que se le vio con vida, en la cabecera municipal de Ciudad Altamirano.

A través de un comunicado escrito en su cuenta de Facebook, la Catedral de Ciudad Altamirano confirmó la trágica noticia y pidió a las autoridades del estado.

"Hoy comunico con profundo dolor que nuestro hermano el padre Gregorio López Gorostieta ha partido a la casa del padre. Con fe puedo decir que está gozando de la presencia de Dios", escribió el padre Javier en la cuenta de Facebook de la Catedral, según cita Univisión.

Según rescata el portal noticioso UT San Diego, Gorostieta es el tercer sacerdote católico que ha sido asesinado en la región este año, y el primero en morir desde que el gobierno federal puso en marcha una operación especial e intensificó la seguridad en la zona tras la desaparición de 43 estudiantes normalistas en septiembre pasado.

El móvil del asesinato del sacerdote todavía es desconocido, sin embargo, testigos dijeron que vieron a un grupo de personas sospechosas merodeando por el seminario donde el sacerdote enseñaba a las afueras de Ciudad Altamirano.

"Estamos cansados de tanto dolor y de la delincuencia. Queremos que estos incidentes se aclaren, así como la muerte de tantas otras personas en el estado de Guerrero. Vivimos en un momento de violencia", expresó el obispo Maximino Martínez Miranda, según cita CNN.